Ser un oyente activo significa involucrarse completamente en el proceso de escuchar a otra persona hablar con la intención de entender, aprender y responder de manera efectiva. Es una habilidad de comunicación crítica que va más allá de simplemente oír las palabras que alguien está diciendo.
Piensa en la última vez que compartiste una historia con alguien...
¿Cómo te hizo sentir la persona con la que compartiste esta historia al hacerte sentir escuchado? ¿Cómo indicaron que estaban escuchando? Quizás asintieron con la cabeza mientras hablabas, señalando que estaban siguiendo y atentos a lo que compartías, o tal vez te hicieron preguntas de seguimiento que te indicaron que estaban interesados en lo que decías.
Ahora piensa en la última vez que alguien compartió una historia contigo…
¿Cómo le mostraste a esa persona que estabas presente en esa conversación? Quizás mantuviste contacto visual con ellos durante toda la conversación o parafraseaste lo que estaban diciendo para asegurarte de entender todos los puntos importantes de lo que se compartía. O tal vez soltaste un “Mmmmm” verbal cuando compartieron algo que resonó contigo. Si has hecho alguna de estas cosas mientras conversabas con alguien, ¡felicitaciones! – ¡has participado en la escucha activa!
La escucha activa es una habilidad de comunicación muy importante y crucial. Aquí hay algunas técnicas de escucha activa con las que puedes estar familiarizado que pueden ayudarte a ser un participante activo en el proceso de comunicación:
Comunicación no verbal:
- La escucha activa implica utilizar señales no verbales para mostrar que estás involucrado e interesado en lo que la otra persona está diciendo. Esto puede incluir hacer contacto visual, asintiendo y usando expresiones faciales que indiquen tu interés y comprensión.
Parafrasear y resumir:
- Para demostrar que estás escuchando activamente, puedes ocasionalmente repetir lo que el hablante ha dicho con tus propias palabras. Esto muestra que estás procesando la información y tratando de entenderla.
Empatizar:
- La escucha activa implica tratar de entender la perspectiva y las emociones del hablante. Muestras empatía al reconocer sus sentimientos y demostrar que te importan sus experiencias.
Hacer preguntas de aclaración:
- Hacer preguntas para aclarar muestra que estás prestando atención y quieres asegurarte de entender el mensaje del hablante.
Para más información sobre cómo aplicar estas habilidades en tu facilitación de conversaciones, haz clic aquí.